Los elementos auxiliares


Dejando de lado los herrajes, que pueden ser de sujeción o fijación (bisagras, pernios, cajas pivotantes y guías deslizantes) y de accionamiento (fallebas principalmente), para ceñirnos de manera exclusiva a los elementos de madera las ventanas pueden contar con dos valiosos complementos
Postizos
Persianas
Los postigos son interiores, mientras que las persianas lo son exteriores. Ambos constituyen un elemento de protección, dispuesto como una lamina que cubre la totalidad de la hoja. Los primeros tienen como principal misión proteger  los cristales de los impactos, así como hacerlos completamente opacos cuando convenga. Los postigos pueden ser enteros, de una sola pieza que tiene idénticas dimensiones que la ventana a cubrir, o bien partidos y plegables sobre sí mismo. Todos son de tipo colgado, fijados por intermedio de  bisagras o pernios.
A pesar de su evidente utilidad – sobre todo contra la acción del frió invernal --, existe la tendencia a suprimirlos. No solo en las modernas construcciones suelen construirse las ventanas sin contar con el complemento de los otrora imprescindibles postigos, sino que son mucho más los usuarios de fincas antiguas que, a la menor ocasión que les proporciona una remodelación decorativa, no vacilan en quitar los postigos para sustituir por delgadas protecciones encomendadas o persianas venecianas o de lamas verticales. La estética que se consigue es indudablemente muy superior, pero la protección resulta bastante mermada.
En cuanto a las persianas, siempre exteriores, tienen como finalidad regular la entrada de la luz a impedir que la visibilidad sea total  cuando convenga lo contrario. Los tipos más corrientes de persianas son los denominados de librillos y las enrollables.
Aquellas, están compuestas por grupos de hojas fijadas a los costados de los cercos y articuladas con bisagras, que pueden plegarse en zigzag a conveniencia del usuario. La de tipo enrollable lo hace  alrededor de un tambor dispuesto a una caja que se monta encima de la ventana.
Las persianas de librillos están compuestas por una serie de tablillas paralelas móviles, cuyo grado de apertura regulara la entrada de la luz. Las tablillas pueden girar en sus ejes por medios del desplazamiento de un listón vertical que les une a todas, sistema que en los modelos más modernos se sustituye por una palanca.
El tipo clásico de las persianas enrollables está formado por la sucesión de listones machihembrados de madera, articulados entre sí por cadenillas o flejes de cuero.
Y nada más, sino dar paso a los modelos seleccionados como ejemplo, en los que cuenta principalmente el diseño. Las formas que vamos a presentar son intercambiables, es decir, pueden adaptarse con una sencilla modificación, a cualquier tipo de ventana en cuanto a dimensiones y formas de accionamiento.